El poder ilusorio de una expectativa

Ilustración: Henn Kim

La expectativa es sin duda la madre de la desilusión. Una expectativa se alimenta de la ansiedad que causa el futuro. Está fundamentada en suposiciones. La expectativa borra las demás posibilidades. Castra a la realidad de la posibilidad de fluir. La expectativa es un amo que dice “así tiene que ser y punto”.

La expectativa deja cerrado el corazón en la mitad de una habitación vacía, incita a pensar que es posible adivinar lo que va a ocurrir. Es frustrante porque juega con esa parte humana que cree poder controlar los fenómenos externos, y es tan tonta porque incluso borra la posibilidad de que algo mejor suceda.

Tener una expectativa es como creer en que se puede predecir el futuro y al descubrir que no, ir corriendo a llorar a la silla del parque... ¿pero si siempre lo hemos sabido? ¿Qué poder ilusorio tiene una expectativa que nos hace negar lo que tenemos en frente?